23 enero, 2008

¿EN DEFENSA DE MUSHARRAF?


Nos hemos vuelto locos al completo. El presidente pakistaní Pervez Musharraf es un dictador, pero tal como están las cosas parece que está del lado de los "buenos". Y entonces, el mundo entero parece entregarse a él de forma decidida. Aún recuerdo una entrevista que efectué a un miembro de su gobierno allá por el año 2004. La conversación –que publiqué en mi libro La Jugada Maestra (Temas de Hoy, 2004), ya agotado– fue reveladora. En ella, este hombre miembro de una familia de corte aristocrático y a la que pertenecen otros miembros del gobierno, me reconoció de forma abierta que los servicios secretos de su país habían colaborado de forma abierta en la preparación de los grupos islámicos que ahora están en la órbita de la presunta Al Qaeda.
Durante la conversación confirmó que los guerrilleros islámicos que resistieron la invasión rusa en Afganistán durante los años ochenta “fueron entrenados por Estados Unidos y también por nosotros, pero el problema llegó después, una vez que el ejército ruso se retiró. No se supo qué hacer con aquellos luchadores que estaban allí, sin objetivo… Eran guerreros para quienes la vida y la muerte significaba lo mismo”. Y esos soldados fueron el gérmen de Al Qaeda y los talibanes. Fueron utilizados para ello.
“El propio Bin Laden fue una creación nuestra fruto de esa colaboración del ISI con los americanos”, confesó. Y aunque no se atrevió a confesarlo de forma abierta, Taqfahs no negó que las acusaciones de que el servicios de inteligencia de Pakistán, el ISI, y los servicios de inteligencia americanos estuvieran detrás de ciertos actos terrorista: “Estados Unidos es un país amigo y de los amigos no se puede pensar nada malo. Aunque fuera cierto todo lo que se dice, no vamos a perder el sueño por eso”, concluyó cuando le cuestionamos sobre el hecho de que varios de los implicados en el 11-S buscaran refugio en Pakistán horas antes de los atentados, tras recibir ciertas cantidades de dinero que fueron enviadas a Estados Unidos por orden del entonces jefe de los servicios de Inteligencia de este país, el general Mahmood Ahmed.

El sospechoso asesinato de Bhutto
Todo esto viene al hilo de la muerte de Benazir Bhutto en un atentado en Rawalpindi el pasado 27 de noviembre. Del atentado, nada más producirse, se culpó a Al Qaeda, pero no fue el gobierno de Pakistán quien lo hizo en primer término. Fueron los medios de comunicación en su conjunto, en todo el mundo, y especialmente presuntos expertos en relaciones internacionales, quienes con su habitual estilo señalaron de inmediato a la red de Bin Laden. De esta forma se puso en bandeja a Musharraf la explicación oficial, que llegaría unas horas después repleta de sombras y dudas. Y así, la lectura que quedó fue que Al Qaeda mató a Butho porque era moderada y los radicales islamistas no la querían ver en el poder, puesto que todo apuntaba a que ganaría las elecciones que se suspendieron a consecuencia del crimen (y el mundo entero calló ante la suspensión: ¿qué hubiera pasado en España si se hubiera tomado esa decisión a raíz del 11-M?). Una suspensión que, de forma indiscutible, benefició a Musharraf.
También todos los medios se olvidaron de la auténtica historia de la ex primera ministra fallecida por tan execrable crimen. Hubo tendencia a hagiografiarla, sin que nadie recordara que fue ella quien, durante su segundo mandato entre 1993 y 1996, tomó la decisión de apoyar y financiar a los talibanes que luchaban por el control de Afganistán. También todos se olvidaron de que caminaba allá donde iba con su velo a la cabeza; con las cosas que se han dicho últimamente sobre el uso del velo y su relación con posturas radicales... Pero a ella, en Occidente, se le perdonó ese licencia sabe Dios por qué. Sin olvidar que los casos de corrupción protagonizados por ella durante sus mandatos fueron de los más escandalosos que recuerda la historia moderna.

El gobierno de Pakistán y su colaboración secreta con terroristas
Lo cierto es que la versión oficial es un camelo. Nadie se la cree en Pakistán. La propia Buttho se había visto obligada a denunciar su situación antes de ser asesinada. Incluso había señalado la implicación del ISI en los grupos terroristas. También dijo que los servicios de inteligencia de su país estaban vinculados al 11-S. De eso sí se olvidaron todos los grandes medios y, especialmente, aquellos que hagiografiaron la figura de la líder del Partido del Pueblo. Curiosamente, a las pocas semanas de ocurrir el suceso, la misma CIA –que históricamente siempre ha defendido la verdad, ¿o acaso no?– ofrece su propia versión según la cual fue Al Qaeda la culpable del atentado, saliendo pues en defensa del dictador pakistaní y su teoría respondida por la realidad. Eso sí, todas las pruebas, testimonios e indicios apuntan a que el atentado en el que murió Buttho no se parecía en nada a la película de los hechos narrada por Musharraf.

Operación contra Al Qaeda en Barcelona
Y, hace tan sólo unos días, en Cataluña se lleva a cabo una operación durante la cual se detiene a 14 islamistas que formaban parte de una presunta célula de Al Qaeda. En las primeras informaciones, se señaló que disponían de material para atentar y que estaban despertándose –pues célula durmiente era…– para provocar un atentado suicida en la Barcelona. Y sin que nadie enarbolara los principios de nuestra Constitución, que defiende el derecho a la inocencia de las personas, todos los expertos se pusieron a hablar de cómo Barcelona se ha convertido en un vivero de pakistaníes radicales que recibían órdenes desde su país para causar una masacre. Pero esos principios constitucionales sólo se defienden cuando interesa; sorprende comprobar que quienes menos los respetan son, fundamentalmente, quienes más dicen defender sus artículos. Y quienes ahora, parece, se ponen a defender a Musharraf, que no ha visto una constitución democrática en toda su vida.
Pero a estas alturas –23 de noviembre, a primera hora– las cosas se están complicando para la Audiencia Nacional a la hora de interrogar a los sospechosos. Algo no encaja, pero era totalmente previsible. Y es que, pese a que desde un principio se había señalado la incautación de material para fabricar bombas, y los cuerpos y fuerzas de seguridad que habían llevado a cabo la operación fotografiaron ese material, a pocos pareció llamarles la atención lo que se veía en esas fotografías: unos cronómetros que eran suceptibles de ser utilizados como temporizadores, puntas de acero que podría ser metralla y... varios metros de cable y cinta aislante (dos pruebas realmente "asombrosas"). Eso era todo, salvo que las primeras informaciones hacían alusión a que los islamistas pakistaníes disponían de un material químico explosivo. Decían que era peróxido de acetona, pero durante las últimas horas los agentes encargados de la investigación han pedido más tiempo para formular cargos –bendita democracia: si el malo no es malo a tiempo entonces "ampliemos el tiempo"– porque el material químico que se ha encontrado eran 30 gramos. Y claro, como que era poco... Pero es más: ¡no era el temido peróxido de acetona sino nitrocelulosa! ¿Y que es la nitrocelulosa? Pues no se trata de un explosivo, sino de una sustancia química que se elabora para fabricar sustancias como tintes o barnices. Ciertamente, es conocida como algodón pólvora, porque es inflamable y deflagrante si se une a otras sustancias y se utiliza en cantidades importantes, pero no es un explosovo, ni una bomba, ni nada similar. Este hecho es lo que ha obligado a las autoridades a buscar algo más para fortalecer las acusaciones iniciales.

Operación orquestada desde Pakistán
Ya conocemos algo más sobre la operación que, al parecer, se inició tras un llamamiento del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) a la Guardia Civil para que actuara. Al parecer, la fuente original que ha causado estas detenciones es el ISI de Pakistán. Sí, han leído bien, esos agentes secretos involucrados en la creación y potenciación de grupos violentos en Pakistán y a quien todos apuntan como responsables directos o indirectos de la muerte de Buttho. De acuerdo a lo que se ha filtrado, un pakistaní tenía previsto viajar a Barcelona. Ese pakistaní estaría vinculado a los grupos radicales de la órbita de Al Qaeda, pero siempre según la Inteligencia derivada de la dictadura de Musharraf. Dicha información habría sido reforzada por la Inteligencia de Francia, y por el hecho de que los detenidos hubieran caminado con mochilas hacia una mezquita en donde permanecieron tres días. Todo es realmente endeble...
Según las informaciones filtradas, la información procedente de Pakistán señalaba que podrían estar preparando un atentado suicida contra una mezquita frecuentada por pakistaníes moderados que se encuentra en Barcelona. Además, los habituales de esa mezquita serían seguidores de Bhutto, lo que les convertía en objetivo del grupo detenido que, según esas mismas fuentes, podría estar vinculado a otros colectivos de la órbita de Al Qaeda como Takfir y Lashkar e Toiba. No estaría de más que los expertos en terrorismo recordaran que Takfir sí es un grupo de ideas que podrían considerarse "radicales" pero rotundamente opuesto a Al Qaeda y que Lashkar –"La Armada de los Puros"– es una organización vinculada a la lucha por Cachemira que nada tendría que ver con Al Qaeda y que, según sus líderes, repito, ¡según sus propios líderes!, en declaraciones recogidas por Associated Press, trabajan con el apoyo del gobierno pakistaní de Musharraf y el ISI. Y que, precisamente, este era uno de los grupos sobre los cuales Buttho había señalado que podrían estar vinculados a las cloacas del poder liderado por Musharraf.

Gira europea de Musharraf
Casualmente, el presidente dictador de Pakistán ha dicho que se siente triste por el hecho de que 12 de los 14 detenidos sean nacidos en su país. Eso sí, nada se ha dicho sobre su abatimiento respecto a las sospechas de que pertenezcan a grupos vinculados a su propio gobierno. Aunque hay más: la desarticulación del grupo ocurre apenas unos días antes de que Musharraf inicie una gira por diversos países europeos, en los cuales va a defender su honestidad en la lucha contra Al Qaeda y su versión del atentado que causó la muerte de Buttho.
Ahora, gracias a lo sucedido en Barcelona y que ha tenido repercusión en el mundo entero, va a tener más fácil hacer creer a la comunidad internacional y a la opinión pública la versión oficial del atentado contra Bhutto que viene a explicar a Europa. Pero claro, así es muy sencillo: él mismo inició la operación que acabó con la operación de Barcelona contra los pakistaníes que pertenecen supuestamente a Al Qaeda. Más preocupante es el hecho de que las inteligencias europeas no se hayan planteado como posible esa maniobra y hayan colaborado a fortalecer una versión oficial que no se sostiene.