Hace justo dos años, los periodistas de un semanario español de gran prestigio me efectuaron una entrevista tras la publicación de mi libro La Jugada Maestra. Cuando iba a ser publicada, un fotógrafo acudió a mi domicilio para efectuar el reportaje gráfico. Pero justo antes de entrar en máquinas, pocas horas antes de ver la luz, la entrevista se “evaporó”. Alguien impidió su publicación. Y eso que se me aseguró que podía responder con total naturalidad y sinceridad. Que eran preguntas ácidas y que las respuestas podían serlo también. Y atendí la petición…
Tampoco puede considerarse que las contestaciones seas desestabilizadoras, ni mucho menos. Son sinceras. Y eso basta. Quizá ahí está el problema: que eso basta para la censura… O para la autocensura. Me temo que se han asimilado e interiorizado por parte de algunos periodistas y comunicadores unas serie de normas no dictadas sobre lo que se debe decir.
Se me pidió que eligiera el título de la entrevista. Se me dijo que fuera una frase sincera. Elegí el siguiente: “Mientras lees esta frase, un niño muere de hambre por culpa del Poder”. Siempre me produjo cierta desazón el hecho de conservar el original de esa conversación en un cajón (lease una carpeta del ordenador). Ahora, aprovecho la “inauguración” de este blog para dar conocer este texto, con la esperanza de que no quede olvidadada en el tiempo.
1-. “Amarás a tu prójimo con a ti mismo…” ¿Era una boutade o un error del traductor? Prefiero pensar que es una profecía que todavía está por cumplirse.
2-. ¿Qué milagro le parece más increíble: que Lázaro resucite y gane la maratón de Nueva York, que aterrice un platillo volante en la Puerta del Sol o encontrarse a un ex ministro en la cola del paro? ¡Ah! Pero, ¿no van al para los ministros cuando cesan en sus cargos? No me diga usted que es uno de esos conspirativos que cree que las grandes empresas ofrecen altos cargos en los Consejos de Administración a los ex ministros que les favorecieron mientras ocupaban sus puestos.
3-. La estadística es inapelable: las chicas leen en España casi tres veces más libros que los varones. ¿Cuestión de seso o de sexo? De seso, aunque por el tópico alguno me llamará sexista, pero para arreglarlo le diré que no tiene justificación que haya tres veces más autores que autoras. Y eso si es algo que debe arreglarse.
4-. Problema de matemáticas: si la historia la escriben los vencedores, ¿quién les dirá a los que vienen detrás que este mundo estaba repleto de corazones colorados, sabios que no se bajan los pantalones, niños que sueñan en voz alta, maestros con vergüenza torera, socios del Atlético de Madrid…? En fin, buena gente, perdedores. Se lo dirán los poetas, porque cuando se apague la libertad todavía quedarán las metáforas para poder disimular las palabras verídicas ante los censores. Porque los vencedores algo no conocen: que nos sabemos esconder y utilizar otro tipo de armas para desde ahí, invitar a seguir soñando.
5-. ¿Sospecha usted qué existe más allá del bien y del mal? No lo sé, pero aún creo en Dios y se lo preguntaré. Eso sí, antes me va a tener que dar muchas explicaciones.
6-. ¿En qué somos todos y todas unos cobardes? En enfrentarnos a la verdad de las cosas, que nos da más miedo que la muerte, especialmente cuando esa verdad nos desdibuja el mundo que han creado a nuestro alrededor como un traje a medida para que no protestemos. Nos da miedo saber que son otros, y no nosotros, quienes nos visten.
7-. ¿Qué plato alimenta más: una merluza a la vizcaína, cien gramos de ternura o una ración de venganza? La ternura, sin duda, pero los que están arriba prefieren llenarnos el estómago con la merluza para que justifiquemos sus venganzas.
8-. ¿Cómo se llama el miedo más antiguo del hombre? Eva.
9-. ¿Y el de la mujer? Sólo tienen miedo al miedo del hombre, aunque puestos a dar nombres, a veces teme un poquito a algunas cosas de "Pepe".
10-. A estas alturas de su cuenta corriente, ¿sabe ya para qué sirve el dinero? Debería servir para comprar tiempo, pero a medida que ese tiempo pasa me temo que sólo sirve para matar al futuro.
11-. ¿Cuál es el verdadero lema de la derecha nacional: “Todo por la patria” o “Todo por la pasta”? “Todo por la patria”, pero a veces traiciona el subconsciente y confunden patria con pasta. Un pequeño “lapsus lingue…”
12-. ¿Qué tiene “El Código Da Vinci” para haber batido todos los récords de ventas en librerías en estos últimos tiempos? ¡Anda hombre, que se lo voy a decir yo! Déjeme averiguar si he encontrado la fórmula cuando se publique mi próximo libro, no vaya a ser que alguien se me adelante. En serio: creo que magia, una fórmula del autor para llegar a las fibras de los lectores.
13-. ¿Qué sospecha que desaparecerá antes de la Tierra: el hambre, el hombre o el sentido del humor? Seré optimista: el hombre (al menos el monstruo en el que se ha convertido). Sólo entonces podrá desaparecer el hambre.
14-. ¿Conoce usted alguna fórmula o hechizo para que Ciencia, Ética, Libertad y Progreso se metan en la misma cama, conciban y den a luz un proyecto de sociedad más lúcida, justa y humanitaria que la que tenemos ahora? Usted lo acaba de decir: deben acostarse lúcidos, justos y humanitarios. El problema es que para los que están en el Poder, poner en práctica esas condiciones les coge un poco a desmano.
15-. A mí, desde la llegada del euro, España me duele un 20 % más. ¿Soy un derrochador o un hipocondríaco? ¡Un optimista! Porque a mi me duele un 66 % más. Antes pedía un café y pagaba con una moneda de cien pesetas. Ahora, el mismo café lo sigo pagando con una moneda, pero vale 166 pesetas. (Actualización: ahora duele un 100 %, teniendo en cuenta que el café cuesta una media de 1,20. Hay que tener en cuenta cuándo se hizo la entrevista)
16-. Soñar es gratis. ¿Qué misterio le gustaría desvelar? Permítame elegir dos. Uno terrenal: saber quién estaba detrás del 11-S, porque a estas alturas el cuento ese de Bin Laden y Al Qaeda pues va a ser que ya no me lo creo. Y otro más espiritual: saber si estamos solos en el Universo.
17-. ¿Qué ve usted si gira la nuca hacia una fecha arrancada del calendario: el 11-S? Bueno, que ese día fui al cine cuando puse el telediario de las tres. Lo bueno es que esa película me salió gratis y la vi desde el sofá. Lo malo es que los muertos eran de verdad. Cada día tengo más claro que asistí al engaño más grande de todos los tiempos.
18-. Saque su bola de cristal y dígame quien manda REALMENTE en este mundo. No tengo una bola de cristal a mano, pero sí algo redondo. Un CD que está sonando en mi ordenador ahora. El poeta que canta dice algo sobre las alimañas que habitan algunos consejos (de Administración, claro).
19-. ¿Qué le han birlado más veces: la cartera, el corazón o la ilusión de seguir creyendo en un mundo mejor? El corazón me encanta perderlo. La cartera, ¿a quién no se la han robado? Pero la ilusión en un mundo mejor, ¡eso no me lo roba ni Dios!
20-. ¿A qué huele un pozo de petróleo? Debería oler a la riqueza de los pueblos en los que emergen los yacimientos, pero sólo huele a la dinamita de las bombas de quienes se quieren enriquecer a costa de esos pueblos.
21-. ¿En qué supera casi siempre la realidad a la ficción? Ni el mejor novelista –ni Tom Wolfe cuando describe en Todo un hombre a determinados personajes– ha sido capaz nunca de reflejar la maldad intrínseca de quienes intentan perpetuarse en el poder económico y político. Son capaces de cualquier cosa, de todo lo malo que podamos imaginar.
22-. ¿Sospecha usted por qué el término basura se ha puesto tan rabiosamente de moda en nuestra sociedad? No sé si ha querido usted decir sociedad o suicidad. Quizá es por eso: hemos dado el salto de una expresión a otra. Aunque a veces se califica de basura aquello que significa ir contra lo establecido, como si eso fuera algo malo.
23-. Al que pone una bomba y se lleva por delante la vida de unos seres inocentes se le califica de terrorista. Y a los responsables de ese bombardeo invisible de miseria que asesina a millones de personas cada año en el mundo, ¿cómo hay que denominarlos? Ya se lo he dicho antes, parece usted un conspirativo de esos. En serio: los segundos son los maestros de los primeros.
24-. ¿Qué les estamos hipotecando –para siempre– a los niños de este planeta? La forma en la que deben hacer las cosas. Dentro de poco ya no se acordarán de que no es necesario pisar al prójimo para alcanzar algo.
25-. La sombra del ciprés es alarga… ¿Y la del Vaticano? Gorda. Más ancha que larga. Sólo así puede resguardarse de ver la luz dos mil años de miserias. Afortunadamente, ni Dios ni Jesús se cobijan ahí.
26-. ¿En qué perdemos el tiempo lamentablemente la inmensa mayoría de los seres humanos? En querer parecernos a los animales (con todos mis respetos para las 5000 especies de mamíferos de la Tierra).
27-. Acláreme un enigma que me quita el sueño desde que tengo uso de razón. Puesto que madre no hay más que una, ¿qué ha hecho la Mamá Naturaleza para que sus hijos la tratemos a patadas desde tantas y tantas primaveras? Tratarnos bien pese a darle una patada siempre que podemos. Es el sino de las madres, pero como no nos demos cuenta a tiempo, se va a hacer mayor antes de tiempo…